Hace ya más de una semana que el sueño del ascenso a Primera Andaluza se truncó con el empate ante el Pedrera, pero el ánimo en el Triana CF sigue muy tocado. Sin embargo, son conscientes de que no sirve de nada mirar al pasado, sólo queda levantar la cabeza y mirar al frente, y precisamente en este sentido la planificación plantea aún muchas dudas.
No en vano, la primera de ellas es quién será el encargado de ocupar el banquillo la próxima temporada. En este sentido, varios técnicos han llamado en la última semana a la puerta del presidente de la entidad, Luis Rodríguez, para ofrecer sus servicios, aunque en estos momentos ninguno ha cogido ventaja sobre otro.
De hecho, ni mucho menos es descartable la posibilidad de que Martínez Gámez comande un año más al equipo después de, dicho sea de paso, rozar el ascenso con una plantilla a la que rescató de la zona media tras el adiós de Miguel Roda allá por finales del mes de noviembre de 2012. Apostar por la continuidad es una posibilidad que gusta en la casa rojinegra, más aún teniendo en cuenta que el todavía técnico trianero tiene en mente -y así se lo ha hecho llegar al presidente- una ambiciosa planificación en la que permanecería casi en su totalidad la plantilla que este año ha hecho soñar a Triana con un equipo en Primera Andaluza, eso sí, con algunos retoques.
En el seno de la entidad se entiende que la valoración del trabajo hecho por Martínez Gámez es positivo, ya que rozó el ascenso con una plantilla que se le dio ya conformada, a lo que se le suma que la prioridad para el entrenador es seguir con el proyecto deportivo iniciado la pasada temporada, a pesar de que cuenta con alguna que otra interesante oferta para dejar Triana.
Pero más allá de la situación deportiva, el aspecto económico sigue preocupando, y mucho, en la entidad. Los pagos a los que tiene que hacer frente el club por utilizar las instalaciones del Charco de la Pava y los pocos apoyos que desde los diferentes frentes recibe el Triana CF comienzan a ser una losa muy pesada para el máximo mandatario trianero, quien incluso se plantea la posibilidad de dejar la entidad en manos de otros responsables. Eso sí, las cuentas están completamente saneadas.
En definitiva, no lograr el ascenso ha traído consigo tiempos difíciles para el Triana CF, club en el que en las próximas semanas se tomarán decisiones que marcarán el devenir de la entidad, tanto deportiva como institucionalmente. Sólo queda esperar y confiar en que Triana, más pronto que tarde, ocupará el sitio que merece en el balompié sevillano.
E. Antolín