Aunque pueda parecer mentira, porque toda la Cuaresma y gran parte de la Semana Santa son días de abstinencia, para muchos esta época del año se caracteriza a partes iguales por su gastronomía y las hermandades recorriendo las calles.
Los platos de este tiempo no contienen carne, por lo que comentábamos de la abstinencia, pero esto no quita lo sabroso y apetecible de los mismos. Para empezar a abrir boca, la gastronomía popular no duda en coronar a las espinacas con garbanzos y al bacalao con tomate como los reyes de todas las mesas.
Pero si por algo es conocida la cocina de Semana Santa es por sus dulces, aquí el trono se lo disputan dos de los grandes, los pestiños y las torrijas. Raro es el hogar de nuestra tierra en el que durante estos días no se come alguno de estos postres, unos son más de torrijas y otros más de pestiños o huesos de santo, pero de lo que no cabe duda es que alguno cae en estos días previos y durante la Semana Santa.
Algunos de los establecimientos con más solera de Triana puedes ser perfectos anfitriones para quienes decidan cumplir con la tradición, por ejemplo, qué mejor lugar para tomar unas espinacas con garbanzos que Casa Cuesta (C/Castilla, 1) y de postre un paseo por San Jacinto hasta llegar a Filella (C/ San Jacinto, 14) y merendar sus famosas torrijas. Aunque los que sean más de pescado pueden sentarse a la mesa en Casa Oliva (C/ San Jacinto, 73) que no sólo ofrece el bacalao con tomate de esta época, sino que se puede comer este pescado en cualquiera de sus formas. Para ponerle la guinda al pastel, nunca mejor dicho, comprar unos pestiños en Confitería Lydia (C/ San Jacinto, 90). Pero estos no son los únicos comercios de nuestro barrio que ofrecen estos platos típicos de Semana Santa, sino que son algunos de los más céntricos y famosos por su tradición.
La abstinencia no significa pasar hambre, así que disfrutemos de la gastronomía tan deliciosa que nos ofrecen los comercios de nuestro barrio y haremos dos cosas, deleitarnos con platos deliciosos y reactivar la economía de los que tenemos a la vuelta de la esquina.
Gloria Martínez